jueves, 14 de enero de 2016

T11: Fraude científico

Continuamos en esta tarea con un tema ciertamente controvertido pero digno de atención, y que puede decirse sobrepasa los límites de las cuestiones “técnicas” sobre ciencia que se han tratado hasta ahora para entrar en terreno de la ética profesional (y personal).

La mala praxis en el mundo científico suele identificarse en la mayoría de los casos con el fraude y el plagio, algo que únicamente parece propio de otros campos profesionales, al menos para gran parte de la población. En el resumen del artículo de J. Benach de Rovira y J.A. Tapia Granados, al margen de abordar temas comentados en anteriores entradas de este blog, como la importancia de publicar o las dificultades que encontramos para ello, se alude a algo que creo importante, como son la cantidad de vías, medios y recursos para el plagio y el fraude: inventar datos, copiar textos de otros autores literalmente, no referenciar la información, etc. También las causas que llevan a adoptar estas fraudulentas vías son de todo tipo. Al margen de las razones personales, en este artículo se resalta la presión por publicar, que promueve “ansiedad” en el científico, haciendo que éste se vea obligado a publicar textos innecesarios o a recurrir a lo publicado por otros especialistas.

Si se concede fiabilidad a los datos que aporta la infografía llevada a cabo por Clinical Psychology, el hecho de que 1 de cada 3 científicos haya reconocido usar prácticas no muy “limpias” en sus investigaciones echa por tierra la idealización del científico como profesional transparente, sin defectos humanos, cuya dedicación al conocimiento le impediría jugar con él.

En este sentido, creo que sería interesante advertir a los estudiantes de la importancia del buen comportamiento y del buen hacer en el mundo científico. Gracias a la entrada en neukas.com sobre los becarios y el plagio, he pensado lo interesante que sería instaurar una materia dedicada a la deontología y a la ética profesional, no sólo en cursos de doctorado, sino en las propias carreras universitarias.

1 comentario:

  1. Creo que hay que ir más allá, pero desde luego advertir de esta problemática a los estudiantes es un primer paso, sin duda.

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