domingo, 29 de noviembre de 2015

T4: La ciencia y el método

Si existe un concepto relacionado con la ciencia, ese es el de método. Aunque ciertamente, habría que hablar de “métodos”, ya que referirnos a un proceder científico únicamente a nivel general sería obviar la complejidad de cada disciplina, que contaría con un método más o menos consensuado entre sus especialistas, que, sin embargo, no dejaría de estar continuamente cuestionado.

Parece cierto que el establecimiento de unos pasos a seguir a la hora de generar un conocimiento científico vino marcado por el desprendimiento de los prejuicios e ideas fantasiosas y el triunfo de la razón en un momento histórico concreto (según el marco espacial cultural al que aludamos). Sin embargo, en este punto, quisiera hacer mención al autor Paul Feyerabend y a su libro Contra el método, en el cual asegura que cierta dosis de irracionalidad puede facilitar el conocimiento y que, de hecho, lo irracional en la ciencia tiene más presencia de la que pensamos. De todos modos, esta cuestión, a mi modo de ver, no puede desacreditar el uso de un método científico, es decir, el establecimiento de unos pasos a seguir en nuestra investigación, que no por ello tienen por qué ser estáticos.

El método científico no es un camino seguro. De hecho, un fallo o una laguna en dicho método pueden proporcionarnos respuestas que intentábamos obtener por otros derroteros. En la evolución de la ciencia y de sus métodos, creo que existe cierto equilibrio entre componentes racionales, controlados por los científicos, y el devenir irracional. El método debe ser una guía, una orientación, simplemente. No nos asegura el éxito, ni es infalible, ni absolutamente objetivo. Pero no podemos prescindir de él, es decir, de una determinada orientación en nuestro trabajo. Por último, debemos ser constantemente críticos con nuestro proceder, y no por ello caer en el relativismo.

domingo, 22 de noviembre de 2015

T3: ¿Qué es ciencia?

Resultaría realmente interesante realizar una encuesta a personas de toda clase y profesión, únicamente con el fin de que respondieran a la pregunta que da título a esta entrada. Estoy casi convencida de que en la definición que hiciese un gran número de cuestionados se incluirían las palabras “laboratorio” o “físico”. Y si plantearíamos la cuestión sobre la idea que se posee del científico, parte importante de las respuestas caería en tópicos e ideas preconcebidas: la bata blanca y el pelo alborotado. Vamos, el Doc de Regreso al futuro.

Desde mi situación personal, no tengo la menor duda de que si me autodefiniera ante mi entorno como una científica en formación, no haría sino provocar caras de extrañeza. Por otro lado, ante colegas de la disciplina no dudo en usar el término, consciente de nuestra categoría y en ocasiones con cierto tono reivindicativo, y más situándose la Historia en las a veces ninguneadas ciencias sociales. En relación a esta cuestión, me ha parecido realmente llamativo el escrito de Juan José Ibáñez sobre las “ciencias duras y las ciencias blandas”. No tenía constancia de esta clasificación, quizá me quedé en aquello de “ciencias de la naturaleza y ciencias del espíritu”. Resulta ciertamente curioso como en según qué momentos históricos se prioriza más unos saberes científicos que otros, y las que un día fueron “ciencias duras”, imprescindibles y valoradas, hoy son sustituidas por otras. Desde luego, las llamadas humanidades y ciencias sociales han ido casi siempre a la cola del resto de disciplinas. Hoy en día, la situación es realmente preocupante, visto el trato que están sufriendo dichas materias en los colegios y en el plano universitario. Estas ciencias, bajo mi punto de vista, apelan directamente a la conciencia y formación crítica del ser humano. Parece que fomentar el espíritu crítico de los ciudadanos no interesa.

Y bien, retomando la pregunta inicial, ¿Qué es ciencia a mi modo de ver? La ciencia es conocimiento (del latín, scientia), es la aproximación a lo que entendemos por realidad, es el desprendimiento de lo fantástico, que queda reservado para la imaginación, para el arte, para la creación. La ciencia no pretende crear, pretende explicar, descubrir y “mejorar” la vida, sea esta humana o no. Es un elemento esencial en la cultura, de hecho, crea cultura. Y sin embargo, parece algo ajeno para los que no se dedican a ella, idea que se ve bien reflejada en el vídeo de Laura Snyder, también historiadora.

En definitiva, no sabría definir con exactitud qué es la ciencia. Lo único que sé es que resulta apasionante. Así, no quiero perder la ocasión de finalizar esta entrada con una cita del escritor estadounidense Ray Bradbury:

The best scientist is open to experience and begins with romance: The idea that anything is possible.

¡Saludos!

jueves, 12 de noviembre de 2015

T2: Tuits

Acatia Finbow @AcatiaAcer
Can anyone tell me how best to reference archival materials in the Harvard style? This is new to me @PhDForum #phdlife

He seleccionado esta publicación retuiteada por @PhdForum. La duda que se plasma en este tuit me lleva a reflexionar sobre la importancia de las referencias y las citas en los papers científicos. Existen diferentes estilos, como el que se nombra aquí. En algunas ocasiones podemos elegir el que prefiramos libremente y en otras debemos adaptarnos al estilo que se nos exija. Lo relevante es seguir siempre un mismo criterio a la hora de citar. Algo que parece tan sencillo resulta esencial para dotar a nuestro trabajo de una estructura coherente y clara. Y como hace esta tuitera, ante las dudas sobre cómo citar nuestras diferentes fuentes, más vale preguntar o acudir a algunas de las numerosas guías on-line.

¡Saludos!

Presentación

¡Hola a todos!

Como inauguración del blog, voy a dar unas breves pinceladas sobre el trabajo que voy a realizar a lo largo de unos cuatro años como becaria predoctoral en el Departamento de Geografía e Historia de la UPNA con objeto de presentar la tesis doctoral. 

Mi estudio se ubica en el Programa de Humanidades y Ciencias Sociales, dentro de la Historia Contemporánea de carácter regional, ya que Pamplona es el escenario y objeto de estudio. Dentro de este marco espacial procuraré acercarme al fenómeno de la violencia y a sus diferentes manifestaciones, con la intención de responder a cuestiones como: ¿Qué papel jugaba la violencia en las relaciones interpersonales y en la vida diaria de los pamploneses? ¿Qué tipologías de violencia predominaban y cuál es su evolución desde el año 1876 a 1936? ¿Cuáles eran las motivaciones para actuar de manera violenta?

Respondiendo a estas preguntas, espero realizar una aportación de interés a la disciplina histórica y ayudar a la mejor comprensión de la problemática de la violencia en la actualidad ahondando en los modos de proceder y comportamiento de nuestros antepasados.

¡Saludos!